Tierra y acero: la volcadura que detuvo la tarde en el bulevar Terán Terán
- Buzo Caperuzo
- 11 ago
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Tijuana.— El lunes avanzaba sin sobresaltos hasta que, en cuestión de segundos, la rutina de cientos de automovilistas quedó atrapada entre polvo y metal. A la altura de la Plaza Santa Anita, un camión tipo dompe, cargado de tierra, yacía volcado sobre el bulevar Héctor Terán Terán, ocupando un carril como un gigante vencido.
Según los primeros reportes, el conductor descendía por la pendiente cuando perdió el control. No hubo estruendo de frenos que anunciara lo que venía; solo el peso desbocado de la carga y, después, el vuelco inevitable. Milagrosamente, el chofer salió ileso, emergiendo entre la nube de tierra como único testigo directo del instante en que todo se salió de curso.

La tierra esparcida cubrió el asfalto en un manto irregular, obligando a cerrar por momentos la circulación en ambos sentidos. El tráfico se extendió como una serpiente metálica, mientras maquinaria pesada llegaba para limpiar lo que el accidente había desparramado.
Elementos de Tránsito Municipal coordinaron el paso a cuentagotas, moviendo manos y silbatos entre el rugido de motores impacientes. El dompe, inmóvil y derrotado, esperaba la grúa que lo pondría en pie, mientras el aire todavía llevaba consigo el aroma seco del polvo y la certeza de que, incluso sin heridos, un accidente puede marcar la tarde entera de una ciudad.

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