Un volantazo, una sacudida y un poste al suelo: la mañana que se quebró el ritmo en la carretera libre a Tecate
- Buzo Caperuzo
- 1 jul
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TIJUANA. Fue un instante. Un desliz, un volantazo, y la aparente normalidad de la mañana se quebró. Sobre la carretera libre Tijuana-Tecate, a escasos metros de la Plaza Sendero, un vehículo azul cruzó la línea que separa el trayecto planeado del accidente inevitable.
Iba conducido por una mujer. Según los primeros reportes, el exceso de velocidad pudo haber sido la causa. El Renault, con placas de Baja California, salió de la vialidad y terminó por impactar contra un poste de luz. El metal se dobló, la estructura colapsó, y con ella también el flujo de vehículos que comenzó a ralentizarse conforme los primeros curiosos se acercaban a mirar.
El sonido del golpe convocó a los cuerpos de emergencia. Bomberos y paramédicos de la Cruz Roja acudieron con rapidez, hallando a la conductora consciente y sin heridas graves. No hubo necesidad de traslado, pero sí de reflexión: ¿cuántas veces más un descuido, el exceso de velocidad, puede terminar en tragedia?
Agentes de Tránsito de la Policía Municipal se hicieron cargo del sitio. Levantaron el croquis, delimitaron responsabilidades, y ordenaron el retiro del vehículo. Pero no pudieron mover el aire denso que quedó tras el impacto. Ni las preguntas.
Durante horas, el tráfico rumbo a Tecate fue pesado. En los rostros de los conductores, el reflejo de lo que pudo ser. La cotidianidad interrumpida por una escena que, aunque sin víctimas mortales, fue un recordatorio de lo frágil que puede ser la línea entre el control y el desastre.
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