El golpe que interrumpió la urgencia

Tijuana-. La noche del sábado cayó pesada sobre el bulevar 2000, iluminada apenas por los focos dispersos que marcan el camino entre Casa Blanca y el Ejido Francisco Villa. Por ese corredor de asfalto avanzaba una patrulla de la FESC, rumbo a atender un reporte urgente en Altiplano, cuando el sonido del metal desgarrado rompió la quietud.

Un Nissan Versa, conducido por una joven de 22 años, se desvió repentinamente hacia el carril contiguo. En segundos, el choque sacudió ambas unidades, proyectándolas hacia el muro del puente. El concreto resistió; los cuerpos dentro, no tanto.

En la patrulla, un agente de 30 años quedó doblado hacia adelante, respirando con dificultad mientras los destellos rojos y azules de las torretas pintaban su rostro. Paramédicos de la Cruz Roja lo atendieron con movimientos precisos, casi coreografiados, antes de trasladarlo a un hospital.

La conductora, aturdida, apenas podía entender lo ocurrido. A su alrededor, el bulevar quedó envuelto en sirenas, murmullos y el silencio expectante de quienes se detuvieron a mirar la escena que, por fortuna, no terminó peor.