Colisión en la madrugada: patrulla municipal y camioneta particular chocan en el corazón de Tijuana
- Buzo Caperuzo
- 27 jun
- 2 Min. de lectura
Tijuana -. Mientras la ciudad dormía y los ecos del tránsito nocturno apenas resonaban por las angostas calles de la Zona Centro, un estruendo interrumpió la quietud: una patrulla de la Policía Municipal y una camioneta Toyota Tacoma colisionaron en la intersección de la calle Tercera y la avenida Cristóbal Colón, marcando el inicio de una madrugada agitada.
El reloj marcaba apenas las 01:05 de la madrugada cuando los cuerpos de emergencia fueron alertados. Paramédicos de la Cruz Roja y elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos acudieron con prontitud al lugar del siniestro. En el sitio encontraron la patrulla P-2671 dañada, así como la pick up negra, ambas con signos de un impacto frontal que, aunque aparatoso, no dejó víctimas graves.
Una oficial de aproximadamente 35 años y el conductor de la camioneta fueron atendidos en el lugar. Sus rostros denotaban el sobresalto del momento, pero tras la revisión médica, se confirmó que sus lesiones no ameritaban traslado hospitalario. Permanecieron en la escena, serenos, pero atentos a las diligencias que seguían.
De acuerdo con testimonios recabados en el lugar, se presume que ninguno de los conductores respetó el señalamiento de alto, hipótesis que tomó fuerza en medio de la confusión. Esta versión será contrastada con el monitoreo de las cámaras urbanas de seguridad, las cuales podrían revelar con precisión el desarrollo de los hechos.
Agentes de la sección de Tránsito de la Policía Municipal tomaron el control de la escena, delimitando el área para realizar los peritajes pertinentes. Mientras tanto, la circulación vehicular en la zona fue desviada, y la conversación entre peatones, curiosos y conductores que pasaban giraba en torno a un mismo cuestionamiento: ¿Quién tuvo la culpa?
Este incidente, aunque sin consecuencias fatales, vuelve a encender el debate sobre la urgencia de mejorar la señalización y la vigilancia del cumplimiento de normas viales en zonas de alta movilidad nocturna, donde las reglas del tránsito, a menudo, quedan a merced de la prisa o el descuido.
En una ciudad como Tijuana, donde la línea entre la rutina y la tragedia puede ser tan delgada como una luz roja ignorada, cada cruce es una historia en potencia. Esta madrugada, la historia no cobró vidas, pero dejó lecciones.
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