Un grito entre el metal: mujer queda atrapada tras brutal colisión en el bulevar Casa Blanca
- Buzo Caperuzo
- 14 jul
- 2 Min. de lectura
- Por un instante, el tiempo se detuvo. Después, solo quedaron los cristales rotos, el humo suspendido en el aire y una mujer atrapada entre el acero doblado de su propio destino.
Tijuana, B.C. — La noche del 13 de julio avanzaba como cualquier otra. En el bulevar Casa Blanca, la rutina de los domingos comenzaba a diluirse en luces rojas de semáforos y autos de regreso a casa. Pero a la altura de la calle De las Aguas, una decisión errónea cambió todo.
Un joven, al volante de un automóvil Lexus, se abrió paso a velocidad entre los carriles. Era un tramo corto, pero suficiente para arrebatar el control de la noche. El impacto contra un Suzuki, donde viajaba una pareja, no solo partió el silencio: partió también la calma.
La mujer quedó atrapada. Su cuerpo prisionero entre fierros que hasta hace segundos eran un auto. Su compañero, atónito, pedía ayuda. La escena —caótica y precisa— desató el protocolo: sirenas, luces, bomberos que con manos urgentes desgarraban metal para rescatar vida.
En un tercer vehículo, un Honda, una mujer de la tercera edad temblaba. No estaba herida de gravedad, pero la sacudida le quebró algo más que el equilibrio: le robó la confianza de volver a conducir sin miedo.
Los socorristas hicieron lo suyo. La Cruz Roja trasladó a la mujer lesionada a un hospital; los oficiales, al conductor del Lexus, hacia la justicia. El peritaje definirá el resto. Pero hay cosas que no se pueden calcular con una regla ni pesar en un informe: como el trauma que se va en silencio, como las noches que ya no regresan iguales.
Y mientras el tránsito se restablecía, los testigos se iban con una idea atravesada: un segundo basta para convertir la calle en tragedia.
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