El Paseo de los Héroes, arteria iluminada que cruza el corazón de Zona Río, se convirtió la madrugada del viernes en escenario de un accidente que dejó vidrios, metal y un poste derribado sobre el asfalto.

La madrugada de este sábado, el silencio de la Vía Internacional se quebró con el estruendo de dos autos chocando a la altura de la avenida 5 de Mayo. Una Toyota Tundra, conducida por una mujer que llevaba a dos menores, y un Kia Forte, tripulado por un hombre, quedaron detenidos en plena vía rumbo a la Zona Centro.

Eran cerca de las nueve de la noche cuando el silencio del bulevar Bellas Artes se quebró con un estruendo seco. Un motociclista había quedado bajo las llantas de un tractocamión en la intersección con la avenida Chilpancingo. Los semáforos, apagados desde horas antes, habían convertido el cruce en una trampa mortal.

La tarde del jueves 4 de septiembre, la calma en el bulevar Manuel J. Clouthier se rompió con el estruendo de un Mercury que terminó dentro de un canal pluvial, luego de que su conductor —un hombre de unos 70 años— perdiera el control al circular en dirección hacia el bulevar Insurgentes.

Entre fierros retorcidos y vidrios esparcidos, bomberos y paramédicos luchaban contra el tiempo. Un hombre, atrapado entre los restos de un vehículo, sufrió la amputación de una pierna. A pocos metros, dos menores de edad lloraban mientras eran atendidos por rescatistas, víctimas también de la brutal colisión.

El operativo en la Ready Lane, diseñado para agilizar uno de los cruces más transitados del mundo, terminó recordando lo frágil que puede ser la seguridad de quienes trabajan a pie, rodeados de miles de autos impacientes. En medio del ruido de motores y el estrés del cruce, un pie herido y una detención marcaron la frontera invisible entre la rutina y el accidente.

El reloj marcaba el mediodía cuando el rugido de motores en la Calzada Tecnológico fue reemplazado por el crujido metálico de un choque múltiple. Frente a la UABC Otay, tres autos quedaron atravesados en la vialidad, inmóviles, como piezas rotas de una rutina estudiantil y laboral que se interrumpió de golpe.

La mañana de este martes, el bulevar Fundadores amaneció con la escena de un Dodge Charger negro volcado a un costado de la rampa descendente, en dirección hacia la Zona Centro. La conductora, que había perdido el control y salido del camino, logró salir del vehículo por su propio pie.

La tarde del viernes, la rutina en la Zona Centro se vio interrumpida por un estruendo inesperado: un tráiler jaló varios cables colgantes en la intersección de la calle 4ta y la avenida Negrete, provocando que un poste de energía eléctrica colapsara sobre una camioneta Honda en la que viajaba una mujer.

La mañana del viernes 29 de agosto estuvo marcada por los accidentes de transporte público. Horas después del percance en el bulevar 2000, un taxi de ruta volvió a protagonizar un choque, esta vez sobre el bulevar Cuauhtémoc Sur, a la altura de la colonia Tejamen, donde colisionó contra un Renault particular.

La mañana del viernes 29 de agosto, el bulevar 2000 volvió a convertirse en escenario de un accidente vial. A la altura de la colonia La Morita, un taxi de ruta tipo Urban, número económico 20066, colisionó contra un vehículo Chevrolet, provocando que el compacto perdiera el control y terminara sobre el camellón central con la cajuela destrozada.

La lluvia volvió a cobrar factura en las vialidades de la ciudad. La tarde de este jueves, un camión de carga Chevrolet blanco terminó volcado en el bulevar Fundadores, a la altura de la colonia Cumbres de Juárez, en dirección hacia la Zona Centro.

La tarde de este jueves, el bullicio del bulevar 2000 se interrumpió con la imagen de un camión de transporte público de la ruta Natura–Otay volcado a la altura del fraccionamiento Paseos del Vergel, en dirección hacia Otay.

La mañana del jueves, el tránsito en la Vía Rápida Oriente se vio interrumpido a la altura del “Parque de las Quinceañeras”, cuando una GMC Yukon terminó volcada tras perder el control en condiciones de pavimento mojado.

Poco antes de la medianoche, el silencio de la avenida Internacional se rompió con el estruendo de un choque contra el muro del viaducto elevado, en dirección a Playas de Tijuana. Un Nissan Versa azul, con placas ALD-862-A, quedó destrozado tras el impacto; en su interior, la conductora permanecía herida.

La tarde del miércoles, la rutina del bulevar Fundadores se vio interrumpida por la imagen imponente de un camión de bombeo de concreto volcado en plena vialidad, a la altura de la colonia Juárez, con dirección hacia la Zona Centro.

La noche del lunes 25 de agosto, el estruendo de metal contra metal interrumpió la calma en la colonia La Morita. En la esquina de la calle El Sauce y la avenida Gardenia, una Ford Ranger perdió el control al fallarle el sistema de frenos en plena pendiente, terminando volcada y arrastrando a su paso varios vehículos estacionados.

La tarde del lunes 25 de agosto, el bullicio del bulevar 2000 se transformó en escenario de un rescate dramático. Un Isuzu Oasis blanco perdió el control a la altura de la colonia Delicias, volcó y se precipitó varios metros hacia un barranco, donde el conductor quedó atrapado entre los fierros retorcidos.

Las primeras horas del lunes trajeron consigo un estruendo metálico en la Vía Rápida, a escasos metros del parque conocido como “el de las quinceañeras”. Una camioneta Toyota gris terminó incrustada contra un poste, tras perder el conductor el control de la unidad mientras se dirigía hacia Zona Río.

La noche del domingo, el cruce de la avenida Venecia y la calle Fabrizio, en la colonia Villa Fontana, quedó marcado por el estruendo de un accidente vehicular. Dos autos —un Saturn Aura XR y un Nissan Versa— se encontraron en un choque que detuvo la calma de la zona, a metros del Panteón Municipal No. 10.