El incidente, calificado como un probable ataque, ocurrió horas antes del inicio de la Conferencia de Seguridad de Múnich, que reúne a líderes internacionales.
Múnich, Alemania. – Un solicitante de asilo afgano de 24 años provocó caos y consternación en Múnich al atropellar a una multitud con su vehículo este jueves, dejando al menos 28 personas heridas. El ministro presidente de Baviera, Markus Söder, calificó el hecho como un "probable atentado", aunque las autoridades descartaron por el momento cualquier vínculo con la Conferencia de Seguridad de Múnich, que comenzará este viernes en la ciudad.
El incidente ocurrió cerca de una manifestación organizada por el sindicato Verdi, donde trabajadores del sector público se habían congregado para una huelga. Según testigos, el conductor, que manejaba un Mini Cooper, aceleró repentinamente y se abrió paso entre los vehículos policiales estacionados, arrollando a varias personas que se encontraban en el lugar.
La policía logró detener al sospechoso rápidamente y aseguró que no representa una amenaza adicional. "El conductor fue arrestado y no hay indicios de que exista un riesgo mayor en este momento", informaron las autoridades a través de la red social X (antes Twitter).
El ataque ocurre en un momento sensible para Alemania, a pocos días de las elecciones federales y en vísperas de la Conferencia de Seguridad de Múnich, un evento de alto nivel que reúne a figuras internacionales como el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Aunque el ministro del Interior de Baviera descartó una conexión directa con la conferencia, el incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad en el país, especialmente tras una serie de ataques violentos en los últimos años.
Un testigo que presenció el hecho desde un edificio cercano describió cómo el vehículo aceleró de manera repentina y embistió a varias personas. "Fue algo impactante. El coche pasó entre los policías y arrolló a la gente sin previo aviso", relató.
Frank Werneke, líder del sindicato Verdi, expresó su conmoción por lo sucedido, aunque aclaró que no tenía detalles concretos sobre el incidente. Mientras tanto, la policía estableció un punto de reunión para testigos en la Löwenbráukeller, una de las cervecerías más antiguas de la ciudad.
El lugar del atropello se encuentra a aproximadamente 1.5 kilómetros de la sede de la Conferencia de Seguridad de Múnich. Tras el incidente, las autoridades trabajaron para restablecer la normalidad en la zona, mientras los heridos fueron trasladados a hospitales para recibir atención médica.
Este suceso no solo ha sacudido a la ciudad bávara, sino que también ha puesto en evidencia los desafíos de seguridad que enfrenta Alemania en un contexto de creciente tensión política y social.
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