Se incendia vehículo en la avenida Internacional
- Buzo Caperuzo
- 16 oct
- 1 Min. de lectura

Tijuana-. La noche avanzaba lenta sobre la avenida Internacional, esa franja de asfalto que corre paralela al muro y a las sombras del tránsito fronterizo. A mitad del camino, entre el rugido de los tráileres y el resplandor intermitente de los anuncios, apareció el resplandor verdadero: un automóvil en llamas, solo, ardiendo contra la oscuridad.
Cuando los bomberos llegaron, el fuego ya lo había reclamado todo. La carrocería chisporroteaba como una hoguera metálica, el calor doblaba el aire y las llamas pintaban de naranja los muros cercanos. No había conductor, ni testigos, ni siquiera huellas de prisa: solo el silencio seco de un vehículo abandonado al destino del fuego.

Con precisión, las mangueras cortaron el resplandor hasta que solo quedó humo y el zumbido tenue del agua evaporándose sobre el acero. El olor a caucho y gasolina se mezclaba con la brisa marina que subía desde la costa.
Los oficiales inspeccionaron el interior calcinado: ningún cuerpo, ningún documento, apenas la silueta carbonizada de un tablero. Un auto sin historia visible, consumido por un fuego que parecía más deliberado que accidental.

No hubo víctimas, ni motivo aparente. Pero en esa avenida donde la ciudad toca la frontera, el incendio de un coche vacío puede parecer otra metáfora: algo que alguna vez tuvo movimiento, ahora reducido a ceniza y misterio.








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