Llamas en la avenida Revolución: cuando el deber se enfrenta al fuego
- Buzo Caperuzo
- 9 oct
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Tijuana-. La mañana apenas despuntaba sobre la avenida Revolución, y el bullicio de la Zona Centro de Tijuana empezaba a despertar entre comercios y peatones. En medio del tráfico, una patrulla de la Policía Municipal avanzaba con la rutina de siempre, hasta que el sonido del motor se volvió un quejido metálico.
El oficial al volante sintió el calor ascender desde el cofre. Giró la perilla del abanico, y en segundos el murmullo del motor se transformó en un estallido seco. Chispas. Humo. Luego, fuego. Las llamas comenzaron a devorar la unidad BC-311A2, pintando de naranja el reflejo de las vitrinas cercanas.

Quienes caminaban por la calle Segunda detuvieron su paso, algunos con los teléfonos levantados, otros solo observando en silencio el fuego que engullía una herramienta del orden. En minutos, los bomberos de la estación Central llegaron desde la Zona Norte: trajes oscuros, mangueras desplegadas, el rugido del agua enfrentando el crepitar del incendio.
El humo se disipó tan rápido como había comenzado. El oficial, ileso pero con la mirada fija en los restos carbonizados de su patrulla, observó cómo el metal se enfriaba bajo el vapor. Dijo que el vehículo se había sobrecalentado, que el fuego nació del motor. Nada más. En la Revolución, la vida volvió a fluir, indiferente, como si nada se hubiera incendiado.









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